Mi nombre es Ares Sancho. Soy un madrileño de treinta y nueve años. Hace prácticamente diez años, cuando era más joven, me embarqué en la aventura de montar un bar, sueño de todo imprudente. Sin haber trabajado en el sector y con las fantasías como ruta de guía, cometí todos los errores que se suelen realizar en este tipo de negocio.