CRIMINALISTICA NUEVOS PARADIGMAS UNA VISION EPISTEMOLOGIA

CRIMINALISTICA NUEVOS PARADIGMAS UNA VISION EPISTEMOLOGIA

RAMÍREZ ALDARACA ROBERTO CARLOS

$290.00
IVA incluido
Agotado
Editorial:
FLORES EDITOR Y DISTRIBUIDOR S.A. DE C.V.
Materia
CRIMINOLOGIA Y CRIMINALISTICA
ISBN:
978-607-610-460-6
Idioma:
Castellano

Alguna vez se ha dicho que si cuando pensamos nos limitásemos a pensar, todos estaríamos de acuerdo. Se ha dicho, también, que el pensamiento puro, el pensamiento que es sólo pensamiento, sin contaminaciones sentimentales ni de ninguna otra clase, es siempre infalible y convencería aún al más escéptico. Si nos equivocamos, si discrepamos, si dudamos es porque agregamos a la pura luz del pensamiento nuestras pasiones, nuestros intereses, nuestros deseos y enturbiamos esa luz. Cualquier cosa que se agregue a esa pura luz del pensamiento tiene que enturbiarla. El pensamiento puro nos permite siempre alcanzar la verdad; el pensamiento enturbiado por elementos extraños no nos dará nunca la verdad, nos dará opiniones, conjeturas e incluso suposiciones, pero nunca hipótesis puras, excluyentes o incluyentes de algún fenómeno en particular. La verdad es válida para todos; es lo objetivo, lo universal. La opinión sólo es válida para mí; es lo subjetivo, lo particular, de ahí que exista una diferencia entre verdad objetiva, verdad relativa y verdad absoluta. En criminalística compete encontrar la verdad objetiva no la verdad histórica de los hechos, debemos pelear realizando revoluciones ideológicas y científicas para alcanzar una verdad científica de lo abstraído fácticamente. La filosofía es la ciencia objetiva de la verdad; tiene que alcanzar siempre la forma de la universalidad y, en este caso, la criminalística debe buscar el mismo sentido, por lo que también “debe” (deber ser y ser) ser una ciencia que escudriñe la verdad y, por encima de todo, la verdad objetiva, nunca “histórica”, pues en la historia se enturbia dicha luz desde el anecdotario del investigador. Pensar es siempre un sacrificio; exige la renuncia a todo lo que sea individual, privado, o propio. Cuando lo hacemos, pensamos en algo que deseamos conocer; pensaremos mal siempre que a ese algo que queremos conocer le agreguemos algo nuestro. Un pensamiento, para ser pensamiento, es decir, para ser pensamiento puro, tiene que dejar de ser el pensamiento de alguien, de una persona determinada y ser un pensamiento totalmente despersonalizado, anónimo. En ciencia forense a ese tipo de pensamiento se le denomina imparcial. El pensamiento puro nos exige colocarnos ante el objeto que queremos conocer con total imparcialidad; con la serenidad de un Dios a quien nada ni nadie pudiese perturbar; nos exige ser jueces que tengan la imparcialidad de los muertos; nos exige estar por encima de todas las luchas, de todas las inquietudes, de todas las preferencias.