GUCZKA CHRISTEL, CARRASCO AITANA
Desde que Lola nació ha sido una niña muy sensible, dicen sus papás; extraña, comentan sus amigos; insoportable, piensa su hermano. Y es que a Lola, si no llora por todo, le entra una risa escandalosa, y si no se rÃe, el hipo la ataca de una manera que pone a temblar a todos.