Los adultos desaprobamos el habla de un niño cuando la valoramos como un exceso. Este tipo de conducta verbal molesta a las personas que conviven con el niño y motivan la intervencion de los educadores. Sin embargo, nos preocupamos menos de los déficits que de los excesos verbales, a pesar del malestar y del sufrimiento de los niños que tienen dificultades para comunicarse.Este libro se dirige a todas las personas del entorno de un niño que, en mayor o menor grado, experimenta miedo a hablar. Su lectura es clara, amena y facilita información científica sobre los miedos en la infancia y, en particular, sobre el miedo desproporcionado a hablar. Expone los mecanismos que explican su desarrollo y pautas concretas de actuación.
