Existe hoy una problemática recurrente, en materia de administración y procuración de justicia, la de haber formado, casi generalmente, juzgadores que aplican, al resolver los conflictos, el principio de legalidad, pero no imparten justicia, en ocasiones distar la verdad y generan una falacia sobre los hechos controvertidos o la realidad vivida por una persona, victimizada frente a sus agresor.
Este criterio dominante, debe cambiar, inhibir los estereotipos de género, el machismo y /o la discriminación contra las mujeres, para dictar una sentencia así, cobra impacto la concepción actual de juzgar con perspectiva de género.