«¡Y cómo jode este hombre con la magdalena esa!», decía la tía del protagonista de La consagración de la primavera de Alejo Carpentier? y lo cierto es que, desde la publicación de su primer tomo en 1913, En busca del tiempo perdido no ha dejado de ser una de las novelas más glosadas, influyentes y seductoras del siglo XX. «Catedral del tiempo», como la llamó el crítico Jean-Yves Tadié, combina a lo largo de sus siete tomos la larga tradición del pensamiento y de la literatura francesa ?de Montaigne y la señora de Sévigné a La comedia humana, de la Encyclopédie al positivismo, de Stendhal a la poética simbolista? y crea a partir de ella una auténtica conmoción.