Escrito con ternura, y en defensa de los niños de todo el mundo, esta obra alerta sobre los peligros que acosan a nuestros hijos, a saber: el uso de drogas, las pruebas estandarizadas, el espíritu competitivo, los asesinatos en las escuelas, el suicidio de adolescentes?.
Se dice con frecuencia que los niños ¨son nuestro futuro¨, o que debemos educarles ¨para el futuro. Pero es ahora, en el presente, cuando debemos satisfacer las exigencias de los niños confiados a nuestro cuidado. No les podemos decir ¨mañana¨.
Ellos viven hoy. Nuestros hijos son la más valiosa reserva de nuestro planeta; procuremos, pues, que, como ha dejado escrito un periodista neoyorquino, ¨cada vez que mi hijo salga a la calle no se convierta en una especie en peligro¨.