Iván vive en una hermosa mansión en algún lugar del trópico. Sus días trascurren entre clases particulares, algunos juegos en el jardín y los cuidados excesivos de Dorota, su madre. No comprende por qué tienen prohibido entrar a una habitación de su casa y tampoco entiende la razón por la que Dorota no le permite ver su reflejo. Sin embargo, algunas presencias fantasmagóricas lo incitan a desobedecer y descubrir el secreto guardado en aquel misterioso cuarto.