Obra polémica por excelencia, escrita en un momento en que tanto a la ciencia como la religión se le habían erigido un altar demasiado elevado pero con pues de barro, ha señalado definitivamente una etapa fundamental junto con La Doctrina Secreta, al dar su autora con ambos libros, el aldabonazo más fuerte que se escucho en los siglos XIX y XX contra la mojigatería, el dogma, la suficiencia y el orgullo científico. Supo así ese espíritu superior que se llamó H.P. Blavatsky, Levantar la antorcha de la verdad a una altura donde otros no habían podido o no se habían atrevido a hacerlo. El tema dominante en este libro de prodigiosa erudición es el reiterado cotejo que se hace entre la sabiduría antigua y los conocimientos de nuestra época, con el objeto de demostrar fehacientemente que toda teoría, hipótesis o novedad atribuida a los modernos, tuvo su origen en la antigüedad. La lectura de sus innumerales capítulos se hace indispensable para todos aquéllos que deseen ahondar en el estudio de los símbolos, legendarias creencias y sectas del pasado con sus seculares ritos, magias y misterios, en relación con los puntos de vista de las religiones y de la ciencia.
