El relato transcurre a través de la mirada de los protagonistas, describen, en sincronía con el paisaje, la metamorfosis de sus almas. En la culminación de la novela, Bernardo, en un recuento lúcido de su vida, tiene una revelación: el flujo del tiempo es funesto e implacable, capaz de modificar plenamente aquello que existe.
Solo, se hunde en la calle sintiendo la marea agitarse en su interior. Avanza montado en un impetuoso deseo llamado por él mismo ?fiero caballo indomable?, precipitándose hacia el adversario: La Muerte.