Julia tiene dieciséis años, vive con su familia y va al instituto; todo parece tranquilo. Sin embargo; su vida se va enredando poco a poco: no sólo sospecha que su madre esconde un secreto inconfesable, sino que empieza a sentirse irresistiblemente atraída por el novio de su hermana mayor. El equilibrio de la vida familiar se convierte en una repentina cuerda floja que obliga a Julia a reflexionar.
Los autores, con la mirada puesta tanto en la generación de los padres como en la de los hijos, saben reproducir con sutil habilidad los entresijos de una vida familiar a la vez que profundizan en la psicología adolescente, llena de interrogantes y deseos.
