Durante su vida y aún después, óscar Wilde impactó al público por su obra y su personalidad teatral escénica. Se puede decir que él creó su propio personaje, mismo que terminó con su carrera literaria y con su propia persona, pero también lo redimío en la historia de la literatura. Encarnó al genio romántico del arte, el artista brillante pero a la vez maldito.
Su obra inteligente, paradójica y divertida es parte indiscutible de la narrativa moderna clásica. Su filosofía, su imagen y su legado definieron lo que representó ser un artista durante el siglo xx: un disidente de toda norma-sexual, moral, religiosa, política-. tal vez lo que más debemos admirar en óscar Wilde, es su llamado a la libertad de ser nosotros mismos, aun en contra de los asfixiantes cadenas que nos controlen.