En Cyborg, Derec y Katherine, la misteriosa acompañante del protagonista, encuentran al único superviviente de una nave de pasajeros que ha tenido que hacer un aterrizaje de emergencia en el planeta, un planeta habitado únicamente por robots. Lo que ellos no saben es que Jeff, el superviviente, es en realidad un cyborg con problemas psicológicos y unas ansias de destrucción insaciables. Derec también tendrá que descubrir la verdadera identidad de su acompañante Katherine y encontrar el modo de abandonar ese misterioso planeta habitado por robots y sin rastro de humanos por ninguna parte.
William F. Wu nos ofrece una historia inquietante y llena de acción con un estilo muy parecido al de Asimov y con la presencia de dilemas éticos que volverán a probar a las omnipresentes Leyes de la Robótica. En concreto, nos mostrará los peligros inherentes a insertar un cerebro humano, corruptible y perecedero, en el poderoso cuerpo de un robot. En una introducción previa a la novela, el propio Asimov ya nos advierte que si un cyborg es mitad humano y mitad robot la parte humana más difícil de reemplazar por una máquina es el cerebro, que es precisamente la parte en la que se concentra el mal.
Razones para comprar la obra: Isaac Asimov ha permitido, por primera vez, a otros autores recrear su universo, pero, eso sí, ha coordinado y supervisado personalmente las obras. El auge actual de la ciencia ficción ha generado un público que demanda obras de calidad y novedosas y esta obra reúne ambas condiciones. El estilo de los autores y los personajes y situaciones recuerdan al mejor Asimov así que los seguidores más fieles no quedarán defraudados.
El estilo del autor se acerca mucho al del propio Asimov así, el lector pensará que está leyendo una aventura del genio de la ciencia ficción. Una obra trepidante en la que Derec y Katherine deberán enfrentarse a una fuerza superior a ellos mismos y con una inmensa capacidad de destrucción. Una obra de acción no exenta de las cuestiones éticas características del universo asimoviano. Derec y Ariel deben encontrar a un cyborg loco que pasea por las calles de Robot City como una bomba de relojería, indistinguible de los otros robots, pero con una capacidad destructora como sólo una mente humana puede imaginar.
