A pesar de los graves cambios que traían los años 60, como la lucha por los derechos civiles, la igualdad de los afroamericanos, el movimiento hippie y el fin de la guerra de Vietnam, que traía consigo una promesa de una sociedad mejor, Vallejo y Benicia, dos pequeñas ciudades al noreste de San Francisco, mantenían una vida tranquila: los crímenes se podían contar con los dedos de la mano. Sin embargo, este escenario tranquilo cambiaría para siempre a fines de 1968, cuando los cuerpos de dos jóvenes fueron encontrados con múltiples heridas de bala. Éste fue el comienzo de un sádico juego entre un asesino en seri, que dejaba cartas y pistas, y la policía, quíen luchaba por encontrarlo y restablecer la paz de los habitantes. "Me gusta matar gente por que es muy divertido, más divertido que matar animales salvajes en el bosque, porque el hombre es el animal más peligroso de todos". Zodiaco, fragmento de carta publicada por el San Francisco Examiner.
