Si fuera preciso mencionar un proceso fisiológico que lo fuera por antonomasia, más de uno, y más de dos, mencionaría la concepción, el embarazo y el parto.
Lamento contradecirles. No se trata de una posición machista o antifemenina a ultranza: es la consecuencia de una evidencia. El proceso del embarazo se ve amenazado por múltiples circunstancias, unas relacionadas con la propia mujer, su estado de salud y su reserva fisiológica, otras con factores medioambientales y educacionales. Pero la consecuencia es que todas ellas representan una amenaza real o potencial para la madre y el feto.
Al riesgo sanitario por sí mismo podemos añadirle los factores emocionales y sentimentales ligados al final indeseado de algo que, a priori, se considera que debe ir bien y tener un resultado satisfactorio. El equipo de Mari Cruz Martín ha abordado una amplia variedad de situaciones de riesgo vital asociadas al hecho del embarazo y parto, enfatizado el papel que pueden desempeñar los intensivistas y las UCI en la lucha contra el riesgo fundamental, la pérdida de la vida de la madre y el hijo (1 muerte por minuto en el mundo, por causas relacionadas con el embarazo y el parto).
Este volumen de nuestra colección, que goza de la recomendación y aval de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, es una demostración palpable más del muy variado rol que nuestra especialidad tiene en el enfrentamiento multidisciplinar de las situaciones que hemos definido como críticas, en la lucha por mantener el mejor nivel de salud posible, y de contribuir a la disminución del riesgo de muerte cuando ésta puede ser evitable.
