En estos tiempos de constante cambio, ya no basta con procesos productivos flexibles, sistemas de calidad, mejora de los procesos de negocio y creación de ventajas competitivas. Tenemos que ir más lejos innovando y evolucionando continuamente, no sólo en referencia a nuestra propia situación, sino a la de las demás personas, organizaciones y países con los que compartimos el mercado. Esto es, tenemos que ser más competitivos. Pero, ser competitivos requiere de estipular y ejecutar acciones integradas en un proceso formal, sistemático y mensurable que nos permita lograrlo de la manera más eficaz y eficiente posible. Lo que nos obliga a poner especial énfasis en el uso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC), como herramientas indispensables para habilitar nuestras estrategias de negocio y facilitar la evaluación de nuestro desempeño.
