Con estos versos, Andrea Schwarz dibuja en el poema Desaceleración la curiosidad que motiva su deseo de retomar un camino antiquísimo, recorrido por tantos hombres y mujeres a lo largo de los siglos: Obediencia, pobreza, castidad, como consigna para vivir la radicalidad y el desafío de ser cristiano.
Sin embargo, ¿ayudan los consejos evangélicos, hoy en día, a alcanzar la libertad? ¿Cómo se puede vivir esto en la cotidianidad de un mundo ávido de poder, posesión y sexualidad?