Innovadores arquitectos se esfuerzan en reinventar la casa de campo y en desarrollar una nueva arquitectura rural, en vez de, simplemente, remodelar o recrear sus formas y técnicas tradicionales. El proceso de diseño consiste en la transportación de la conciencia urbana del diseño en la ciudad a entornos más irregulares. Las viviendas resultantes pueden describirse como sencillas y prácticas, pero, lo que es más importante, también como un tipo de construcción que suele mostrar un extraordinario equilibrio entre el entorno natural y la arquitectura moderna.
Ofrecen un soplo de aire fresco que evoluciona desde la casa rural tradicional de techos inclinados y buhardilla que se organizaba en torno al calor de la chimenea.
Son más complejas, y a veces de mayor escala, pero amplían la concepción de un estilo relajado y acogedor.