A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a diferentes situaciones. Sin embargo no nos han preparado para los cambios, ni nos han enseñado a superar las pérdidas.
La vida es un constante fluir de exigencias, a las que inevitablemente debemos enfrentarnos. El cambio de escuela, una nueva casa, la separación de los padres, el nuevo puesto de trabajo, ser padres, la muerte de un ser querido..., tantos cambios que se darán en nuestra vida y que serán parte fundamental de nuestro crecimiento.
Sin embargo somos educados para la búsqueda de estabilidad, pretendemos que todo permanezca igual, que siempre sea estable y seguro, pero esto es tan ilógico como pedir que no salga el sol.
Sabemos que las pérdidas son inevitables, es importante asumir que existen, pero, debemos aprender a procesar el dolor y sufrimiento que suponen. Aprende a despedirte, adáptate a la nueva situación de la forma más adecuada posible.
