La conducta es un de las características fundamentales de la medicina, ya que reúne en si misma los conocimientos y los factores personales y sociales aplicados a la atención de la persona enferma, con el objeto de descubrir sus males y encararlos de la mejor forma posible para su alivio o curación. Como ciencia experimental y arte humanístico, se nutre de conocimientos que deben adquirirse a partir del estudio, el aprendizaje, la formación y la actualización permanentes.