DERECHO CIVIL V

DERECHO CIVIL V

PRACTICA FORENSE DEL DERECHO SUCESORIO

DIAZ OLVERA, JOSE /   / ROCHA SEGURA, VICTOR MANUEL

$450.00
IVA incluido
Agotado
Editorial:
FLORES EDITOR Y DISTRIBUIDOR S.A. DE C.V.
Materia
DERECHO
ISBN:
978-607-610-423-1
Idioma:
Castellano

El proceso de enseñanza se constituye por la acción de instruir o adoctrinar por medio de reglas o preceptos. Para algunos autores la conformación de la enseñanza se integra con la interacción de tres elementos: el docente, al cual se le puede considerar como la fuente del conocimiento; el estudiante que es el receptor de ese conocimiento y, finalmente tenemos el objeto del conocimiento que para su transmisión se requiere del apoyo de diversas técnicas y medios. Algunas de las formas por medio de las cuales se concreta este proceso de enseñanza pueden ser mediante la exposición de los docentes, el debate o técnicas de participación de los estudiantes y lo que aquí nos ocupa que es el apoyo en textos que de la materia se encuentren disponibles. El uso de esta herramienta con la finalidad de concretar el proceso de la enseñanza es, a mi consideración, una de las que reviste mayor importancia ya que con las obras se puede lograr que el conocimiento y experiencia adquiridos trasciendan a las nuevas generaciones hablando particularmente de los noveles abogados. Dentro de las actividades que realizan los autores dentro de su vida profesional, siendo una abogada postulante y el otro juzgador, encuentro que ambos disfrutan de una en particular, que es la docencia. Esta actividad les ha dado la oportunidad de conocer de primera mano las necesidades, carencias y aspiraciones de los estudiantes de derecho. Es por esto que dicha obra, así como complementa a los planes de estudio, también sirve para reiterar los conocimientos adquiridos en materia de derecho sucesorio de los abogados consolidados. El constante aporte bibliográfico que está dejando como legado la Maestra María del Carmen Ayala Escorza a la cultura jurídica, en el cual se destacan textos de gran actualidad como en los que trata sobre la oralidad en materias tan diversas como la mercantil, la civil y la familiar, confirma que entre más se escriba, mejor se hará y más lectores se tendrá y que cuando lo que se deja son creaciones cada vez más refinadas, siempre se acrecentará el número de lectores que las busquen, ya que encontrarán al adquirirlas por la garantía de calidad y vigencia como la tiene la presente obra. A este aporte se le suma hoy la participación del Doctor José Antonio Navarrete Hernández quien siguiendo esta misma línea editorial hoy se integra al cerrado grupo de autores que no sólo buscan llenar los anaqueles de las librerías, sino que buscan su transición hasta los Juzgados con el paso obligado por las aulas universitarias. Cuando me referí a la transmisión de conocimientos y experiencias mediante un texto, hablando particularmente de uno jurídico, es importante destacar que como el derecho evoluciona constantemente en razón de los cambios que vive una sociedad, los textos deben adecuarse de manera invariable, así como buscar nuevas realidades jurídicas. Dicta una máxima editorial que no se debe escribir para los contemporáneos, ni mucho menos, hay que hacerlo para la posteridad, pues ella será quien se encargará de hacer justicia a la obra. Es aquí donde entra uno de los principales aportes que nos procura este texto, ya que con la propuesta hecha por el Doctor José Antonio Navarrete Hernández para que sean incluidos los juicios sucesorios dentro de los procedimientos que se ventilan por la vía oral cuando se reúnan características particulares, se busca acrecentar el catálogo de controversias tramitables por esta vía dentro del Tribunal Superior de Justicia de esta Ciudad de México. Resulta innegable que gente como los autores necesita el derecho mexicano, y obras como ésta se requieren dentro de nuestras instituciones educativas. La conjunción de estos dos elementos aunado a una plantilla docente preparada y comprometida hará de nuestro derecho un garante de justicia a toda prueba. Hay un aforismo que resulta por demás aplicable tanto para la Maestra Ayala como para el Doctor Navarrete, el cual dice: Un buen profesor es aquel que se ve superado por sus alumnos, pero a pesar de esta superación, le siguen considerando maestro. Quien se allegue de esta obra no sólo tendrá entre sus manos material idóneo para conocer y tramitar un procedimiento sucesorio ya sea testamentario como intestamentario sino que, además, estará siendo participe directo del cambio evolutivo del derecho mexicano ya sea que participe como estudiante de derecho, como docente, o bien, como postulante. Concluyo esta humilde aportación a tan distinguida obra no sin antes agradecer a la Maestra María del Carmen Ayala Escorza y al Doctor José Antonio Navarrete Hernández a quienes aprecio de sobremanera y por quienes guardo respeto y admiración como profesionistas en cada una de las variadas ramas que a ellos los ocupa, por la deferencia para mi persona de referirme no a su última creación, sino a la más reciente.