Greg y su familia están listos para vivir la aventura de sus vidas, pero acaban en un campamento que no es exactamente un paraíso para turistas.
Cuando menos se lo esperan, los cielos se abren y empieza a llover a cántaros. Entonces los Heffley se plantean si todavía están a tiempo de salvar sus vacaciones o si ya están con el agua al cuello.