Jack Mulligan pasó su infancia como un huérfano abandonado en las peligrosas calles del barrio Bowery y sobrevivió a base de fuerza, ambición e ingenio. Ahora domina su territorio mejor que cualquier político o policía. No ha llegado hasta donde está siendo indulgente, pero en la buena de Justine Greene (la personificación de mano de hierro en guante de terciopelo) puede que haya encontrado a su alma gemela.