En este libro, Fromm examina el proceso de conversión del cristianismo en religión de Estado y la gran transformación final de una confraternidad libre en una organización jerárquica: la Iglesia. Así, tomando como referencia histórica el significado psicológico de la fe en los primeros cristianos, Fromm investiga el proceso de las relaciones entre psicología y religión, e intenta comprender el dogma de Cristo a partir del estudio de la gente.