El maravilloso Mago de Oz fue un éxito inmediato, en la que combinó elementos mágicos inspirados en sus cuentos de hadas, brujas, magos, animales parlantes y criaturas fantásticas- con el paisaje familiar del Oeste medio americano.
Frank Baum escribió la historia con el fin de agradar a los niños, aspirando a ser un cuento de hadas modernizado en el que se conservan la sorpresa y la diversión y se prescinde del dolor y las pesadillas. Según él, había llegado el tiempo de nuevas historias maravillosas en las cuales desaparecen los estereotipos del genio, el enano y el hada, juntamente con otros incidentes horribles y estremecedores que los autores ingeniaban para dotar de una moraleja aterradora a cada uno de sus relatos.