¿Qué muestra Lacan? Que el deseo no es una función biológica; que no está coordinado a un objeto natural; que su objeto es fantasmático. Por eso, el deseo es extravagante. Resulta inaprensible a quien quiere dominarlo.
Nos embroma. Pero si no es reconocido, también fabrica síntomas. En un análisis, la cuestión es interpretar, o sea, leer en el síntoma el mensaje de deseo que esconde.Si bien el deseo despista, en contrapartida...