Malala cree que todos los niños independientemente del sexo, de la raza, del origen social o de la creencia religiosa tienen el derecho indiscutible a aprender. ¡Y no se resignó cuando en su país se les prohibió a las niñas asistir a la escuela solo por ser muchachas! ¡Porque ir a la escuela era lo más importante para ella, y los libros eran su mayor riqueza!
Así, ella luchó con todas sus fuerzas por ese derecho, para sí misma, pero también para todas las niñas de su país y del mundo. Porque saber es poder, y aprender es un derecho tan fundamental como tener acceso al agua, a la comida o a la seguridad.