En casa de Alex y Valentín, un pastel de chocolate sólo puede significar una cosa: malas noticias. Esta vez, el pastel trae consigo la nueva de que toda la familia se mudará a Estados Unidos, pues el papá consiguió un trabajo allá. Valentín y Alex, que es ciego, no pueden creerlo. Un encuentro fortuito con un misterioso vagabundo les dará confianza para enfrentar este nuevo destino con audacia y entereza.