En un edificio viejo, que alguna vez fuera una confitería, viven "los limpiacristales". Por sus habilidades increíbles son contratados para trabajar en la casa del Gran Duque.
La jirafa es la escalera, el pelícano utiliza su pico como cubeta para el agua y el ágil mono se encarga de dar brillo a los vidrios. Además de hacer bien su trabajo, logran ganar un premio.