Un relato lleno de ternura que nos muestra que la imaginación y la curiosidad son vitales para cuestionarse, descubrir y conocer el mundo
¿Tendrán memoria los objetos? Con esta pregunta se despierta un día la observadora protagonista de este cuento, y para averiguarlo decide cambiar su rutina diaria poniendo a prueba a todas las cosas que la rodean cotidianamente.