Esta novela de Verne resulta desemejante ante a las historias que le dieron trascendencia. La dicotomía estriba en el mensaje ulterior que viene cifrado en sus páginas y que, por primera vez, está dirigido a lectores jóvenes. El argumento funciona como parábola que enfatiza la importancia de la vida y lo poco que es valorado por la gente.
El personaje principal es un heredero chino llamado Kin fo, que jamás ha sufrido pena alguna en la vida: patrimonios, acciones en la bolsa, innumerables sirvientes, amigos e incluso una novia. No obstante es infeliz, ya que cuanto posee le ha sido siempre regalado, así, la uniformidad de lo excepcional se vuelve insoportable, y la depresión le sigue la tristeza con el fin de quitarse la vida y para esto pondra en practica la forma de ralizarlo.