Con Giacomo Leopardi nace en Italia, para el mundo, una poesía nueva, Triste y dolida, leal con las realidades experimentadas, la necesidad del amor, que alcanza en su forma más subjetiva, eleva el sentimiento poético a cimas inconmensurables.
Al hablar el poeta de "aquella enfermedad, mi vida" da testimonio consciente dé su condición física: deforme, las figuras femeninas de su vida y de su poesía serán como fantasmas en un panorama decepcionado, motivo de lamento y tristeza profundos.