Yoshi Oida se contiene y trata de no impartir lecciones ni de limitarse a proporcionar métodos sistemáticos. En su lugar, con humor y modestia, da cuerpo a su trabajo diario, con sus sueños, sus derrotas, sus ideales y sus descubrimientos, todo ello alimentado por ese entendimiento tan especial que recibió de su propia tradición.