No portan una placa, pero desde la unidad móvil Masiosare han movido docenas de vehículos estacionados en doble fila. No pueden infraccionar, pero armados con una cámara, y disfrazados de vaqueros, han enfrentado "guarros" prepotentes esperando al patrón sobre la rampa para discapacitados. No son superhéroes, pero sí organizaron una pelea de lodo en un bache inmenso y lograron que las autoridades taparan el cráter en el asfalto después de un año de quejas ciudadanas sin respuesta. Sin otra autoridad más que la razón, los Supercívicos van por las calles dando lecciones de urbanidad a los ciudadanos con ingenio y humor. Con el libro Nomás tantito te darás cuenta de algo: todos nos excusamos con esa mexicanísima frase para infringir la leyrn