Nombrar es el acto primigenio de la palabra, un acto siempre volátil con el que Rodolfo Mata proyecta un yo, un tú, un nosotros, en el que sus sentimientos y emociones se confunden con los del lector y confieren una simplicidad engañosa a Nuestro nombre, libro en que lo cotidiano y lo inadvertido conviven bajo la sombra ambigua de la ironía desahuciada o la felicidad casi idílica. La Realidad sujeto deseante y objeto de un deseo a un tiempo enfebrecido y pudoroso baja a la Tierra y encarna en Miss, parodia mediática signada tanto por la megalomanía del amor como por una cáscara estilo dulzura. Esta fábula, que deviene mito inaugural, da entrada a otros personajes y escenarios con los que Rodolfo Mata construye sus poemas: la Scherezada de los mil y un cafés, la Galatea que corre junto al mar, espías y héroes de videojuego, paisajes desérticos casi extraterrestres, cielos en cuyas nubes deambulan los hombres, amores fugitivos que son uno solo, funámbulo entre la verdad y la mentira, entre lo real intangible y la irrealidad concreta.