"Entonces tal vez, será realidad el sueño de los muchachos muertos, de esa bella muchacha, edecán de la Olimpiada, caída ante las balas, con los ojos inmóviles y el silencio en sus labios que hablaban cuatro idiomas. Algún día una lámpara votiva se levantará en la Plaza de las Tres Culturas en memoria de todos ellos. Otros jóvenes la conservarán encendida."
José Alvarado
Revista Siempre! Núm. 799
Octubre 16, 1968