CLAUDIA GUERRERO MARTU00EDNEZ / ISABEL ARVIDE
nttttt Karime Macías de Duarte decidió ser la mano que mecía la cuna y administrar la corrupción, los negocios y el u201cderecho de pisou201d en Veracruz. Todo en ella es voluntad para controlar, para comerse el mundo, para convertirse en dueña de la atención. Decidió, como bien escribió en su diario, u201cexprimiru201d todo el dinero que podía provenir del ejercicio de gobierno de su marido Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz. No cualquier mujer llega a los niveles de Karime. u00bfQué hay detrás de su inconmovible ambición? u00bfVale la pena vivir huyendo? u00bfLe ha resultado de provecho escribir tantas páginas para u201cmerecer la abundanciau201d? u00bfPor qué no existe, en nuestro sistema político, ningún tipo de restricciones para estas u201cmujeres de los poderososu201d que todo usufructúan? Aquí están las crónicas de la corrupción que laceraron al pueblo veracruzano pero también están las historias de otras u201cprimeras damasu201d que, bajo el cobijo de la impunidad, desviaron recursos del erario para acumular fortunas descomunales en sus pequeños reinos, que evidencian la descomposición y podredumbre de un México necesitado de cambios drásticos.ntttt