Agosto de 1853. Tres mujeres descienden del carruaje que las ha traído desde su palacio a las orillas del lago Starnberg, en Baviera, hasta la Alta Austria. Elena, de dieciocho años, ha venido con su madre y su hermana menor, su principal apoyo. Todas ellas esperan que, en los próximos días, se formalice su compromiso con su primo, el emperador de Austria.
Y sin embargo, no es la seria y formal Elena sino Isabel, Sissi como la llaman familiarmente, esa otra prima de quince años, bellísima, independiente, de espíritu libre y que ha sido educada en el ambiente liberal de la residencia de los duques de Baviera la que hechiza a Francisco José I.
Nunca estuvo planeado que fuera emperatriz. Pero por una vez en la rígida y estricta corte austríaca el amor triunfó.
«Sissi fue una mujer con una personalidad muy compleja que vivió en un período histórico fascinante. Esposa, madre, nuera. Activista por los derechos humanos, viajera incansable, entusiasta de Shakespeare, de la poesía, de la filosofía y de las lenguas extranjeras. Con una vida tumultuosa, teñida de momentos felices y otros trágicos y perturbadores. Su historia es tan buena e intrigante que posee todos los ingredientes necesarios para convertirla en una novela apasionante.»