Corre el año 859. Una flota vikinga viaja hasta Sevilla, una de las ciudades más ricas del momento, con el objetivo de arrasarla y saquearla. Sin embargo, todo queda en fracaso, y los guerreros del norte son apresados por el gobernador de la ciudad, que exige un rescate desmesurado para su liberación.
Cuando la noticia llega a su aldea, las mujeres deciden no rendirse y, junto con algunos niños y esclavos, contratan a un pequeño grupo de mercenarios que les enseñarán a luchar.