Desde que Jack el Destripador aterrorizó los bajos fondos de Londres en 1888, no se había visto un escenario, criminal tan horripilante como en Víctimas.
Por lo que se decía, la corrosiva Vita Berlin no tenía ni un amigo. Pero ¿a quién ofendió tan profundamente como para acabar asesinada de forma tan grotesca? El riguroso detective de la policía de Los Ángeles Milo Sturgis, ante el escalofriante panorama, pide ayuda a su colaborador Alex Delaware, psicólogo especializado en perseguir a los maníacos homicidas.