La mayoría de los profesores se sienten educadores responsables y se creen en la necesidad de abordar el tema de las drogas en sus clases, pero no todos lo hacen con rigor y de forma sistemática. Igual les sucede a padres y educadores en el tiempo libre.Educar sobre las drogas es fundamentalmente afrontar el desarrollo de una personalidad física, psíquica y socialmente sana.
Esto implica que maestros, animadores y padres tienen que ser, ante todo, educadores, no especialistas en drogas.Como educadores saben que deben preparar para la vida y quieren enseñar a ser, enseñar a vivir, enseñar a pensar libre y críticamente, a proyectarse en un trabajo creador, amar el mundo y hacerlo más humano.
El papel del profesor se concreta, en este sentido, tal como señala la OMS, en conseguir que sus alumnos: aumenten su capacidad de tomar decisiones, clarifiquen sus valores, los pongan en práctica y desarrollen aptitudes para enfrentarse con diferentes situaciones.
Este libro facilita el trabajo de profesores y animadores socioculturales. Se ofrece en él un amplio abanico de posibilidades didácticas y actividades para actuar en los campos de la enseñanza reglada desde la tutoría y la clase (ESO y Bachilleratos), y de la enseñanza no reglada desde ámbitos educativos del tiempo libre. Quienes educan en la prevención de drogodependencias y en la salud encontrarán aquí una valiosa ayuda.
Los materiales son originales, nacidos de la experiencia y experimentados.