El tiempo que dedicamos al trabajo es, cada vez, más corto. Tenemos cada día que pasa más tiempo libre, largos fines de semana, más vacaciones. No obstante, si miramos a nuestro alrededor, nos vemos acuciados siempre ocupados, presionados por no se sabe qué circunstancias. Si pides algo a alguien casi siempre responde: ¨no tengo tiempo¨. Sal, pues, de este ritmo de vida. ¡Ven al descanso! ¡Ven a la tranquilidad! Allí viven las pequeñas y maravillosas alegrías de la vida que hemos perdido entre el ruido y el ajetreo. ¡Tomate tiempo para ser feliz!